Preparación:
- Es muy importante ablandar el pulpo
antes de cocinarlo, yo he visto como lo hacían golpeándolo contra la
piedra en la Isla de Ons, pero por suerte si lo congelamos el resultado
es prácticamente el mismo, ayuda a que la carne quede más tierna. Así
que lo único que debemos hacer es congelarlo si lo hemos comprado fresco
o comprarlo directamente congelado.
- Sacamos
el pulpo un día antes del congelador y lo pasamos al frigorífico para
que se descongele. Es importante hacerlo en una cazuela o un bol grande
pues va a soltar mucho líquido y puede desbordar. A la hora de cocinar
lo pasamos un poco por agua fría para quitar posibles impurezas.
- Ponemos una cazuela (la más grande que
tengamos) al fuego con agua y una cebolla pelada entera, no añadimos sal
pues el pulpo se sala al final, en la presentación. Cuando rompa a
hervir añadimos el pulpo, lo cogemos por la cabeza y “lo asustamos”,
esta técnica consiste en meter y sacar el pulpo 3-4 veces de la cazuela
para conseguir que el pulpo se quede tieso y no se le caiga la piel
durante la cocción.
- Cocemos
el pulpo durante unos 45-50 a fuego medio dependiendo del tamaño. Hay
que pincharlo de vez en cuando para ver como está de duro. La primera
vez que lo cocinéis os costará cogerle el punto pero luego os saldrá de
perlas.
- Mientras está cociendo, pelamos,
lavamos y troceamos las patatas a la mitad. Reservamos.
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Cuando acabemos de cocer el pulpo lo dejamos reposar unos minutos y
luego lo sacamos a una fuente. En la misma agua echamos las patatas y
cocemos durante 15 minutos. Si no quieres que cojan el color rosado
puedes hacerlas en otra cazuela, eso depende de cada uno, a mí me gustan
con el sabor al pulpo.
- Cortamos el pulpo con unas tijeras de
cocina, las patas en trozos de 1 cm de grosor y la cabeza en trozos
pequeños.
- Lo
servimos en plato de madera con una base de patatas. Salamos con sal
gorda, espolvoreamos con el pimentón (picante o dulce) y rociamos con un
poco de aceite. A mí me gusta aliñarlo también con un poco de agua de la
cocción.
Pues ya véis, ese pulpo colorado por el
pimentón, con las perlas de sal y bañado en aceite de oliva ¡Ñam¡
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